La gestión del sueño es uno de los retos fundamentales para los padres primerizos. Aunque no existe una solución milagrosa, hay varias estrategias que pueden ayudar a mejorar la calidad del sueño de tu hijo.

Establecer una rutina regular

Crear una rutina ofrece una sensación de estabilidad. La repetición de actividades a las mismas horas ayuda al niño a reconocer las señales y a entender cuándo es el momento de relajarse. Esto fomenta la independencia y ayuda a desarrollar una mejor comprensión del tiempo y de las distintas fases del día.

El baño caliente de la noche

El baño nocturno puede convertirse en un elemento básico de la rutina a la hora de dormir. Además de favorecer la higiene, es una oportunidad para establecer un vínculo afectivo con el bebé. Un baño relajante puede facilitar el sueño, creando una asociación positiva entre la hora del baño y conciliar el sueño.

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El masaje relajante antes de acostarse

Después del baño, considera la posibilidad de darle un suave masaje. Esto ayuda a calmar sus sentidos y a prepararle para dormir. Crear un momento especial entre tú y tu bebé favorece la relajación, ayudando a que el sueño sea más placentero.

Utilizar sonidos blancos

Los sonidos blancos reproducen ruidos relajantes similares a los que se oyen en el útero materno. Estos sonidos pueden ayudar a relajar al bebé y facilitar que se duerma, creando una especie de barrera contra los ruidos externos que podrían ser molestos.

Mantener un horario regular de siesta

Establezca un horario de siesta constante para que el niño no se sienta excesivamente cansado o irritable durante el día. Mantener esta rutina ayuda al niño a distinguir el tiempo de juego del tiempo de sueño, haciendo que este último sea más reparador y rejuvenecedor.

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06 de noviembre de 2023 - Equipo de marketing

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