Bambú orgánico

La planta de bambú es un recurso sostenible y renovable desde el punto de vista medioambiental, crece de forma independiente y rápida, y no necesita pesticidas ni fertilizantes.

El cultivo del bambú no tiene efectos negativos en el medio ambiente porque, en comparación con otras plantas, se conforma con el agua de lluvia y no necesita un sistema de riego artificial. Absorbe grandes cantidades de dióxido de carbono y lo convierte en oxígeno, por lo que es una materia prima beneficiosa para el ecosistema forestal.

Entre los hilos sostenibles, se menciona cada vez más el bambú, una fibra de celulosa pura. Tan brillante como la seda, suave, antibacteriano, duradero, transpirable, absorbe tres veces más que el algodón, protege de los rayos UV, es 100% biodegradable y no libera sustancias tóxicas.

Algodón orgánico

El algodón orgánico es una opción sostenible y respetuosa con el medio ambiente porque, a diferencia del algodón convencional, se cultiva sin pesticidas ni sustancias perjudiciales para el medio ambiente.

Su cultivo se caracteriza por un bajo consumo de agua, factor que repercute positivamente en el impacto que su producción tiene sobre el medio ambiente. El bajo consumo de agua se debe a una técnica muy antigua pero al mismo tiempo muy eficaz: la rotación de cultivos, una técnica que preserva la fertilidad y la buena salud del suelo.

Sostenibilidad

Para nosotros, en Bamboom, el medio ambiente siempre ha sido lo primero: nuestra misión es lograr el equilibrio adecuado entre estilo y ecología. Nuestros artículos responden a la necesidad de los padres modernos de contar con un producto que contemple la parte estética y funcional, pero también el impacto medioambiental.

Nuestro objetivo es seguir eligiendo tejidos naturales y materiales reciclados para minimizar las emisiones de CO2. Este compromiso también se refleja en nuestros envases y en nuestra gestión empresarial interna.

Materiales reciclados

El reciclaje es muy importante porque disminuye la cantidad de residuos en el planeta. En lugar de utilizar nuevas materias primas, se prefieren los materiales ya utilizados o los residuos de ciertos productos, lo que reduce en gran medida el impacto que la producción de un bien tiene en el medio ambiente.

Además de los envases de plástico reciclado y las etiquetas de papel reciclado, varios de nuestros productos están fabricados con materiales reciclados o recuperados, como el R-PET y el PLA.