En los primeros días de vida, un bebé duerme unas 16 horas al día, el ritmo sueño-vigilia es discontinuo y a los padres les resulta difícil regularlo para que esté más cómodo.

Aquí tienes algunos consejos que te sugerimos seguir para intentar mejorar estos primeros momentos con tu pequeño:

- Cuando un bebé es recién nacido, no percibe plenamente su propio cuerpo, sino que sólo lo hace a través del contacto con los adultos: por eso los bebés se duermen más fácilmente si están en contacto con sus padres, por lo que el colecho podría ser una buena opción.

- Establece una especie de ritual para conciliar el sueño: esto puede favorecer la adquisición de ritmos cada vez más fijos. 

- Los "ruidos blancos" se llaman así por su capacidad de anular los ruidos molestos creando una especie de sonido relajante. Ayudan a tu bebé a dormir y relajarse, recordándole la época en el vientre materno en la que los sonidos estaban amortiguados. 

Cuéntanos tu experiencia. ¿Qué otros consejos darías a otras madres?